domingo, 25 de diciembre de 2016

CELEBRACION



CELEBRACION

¿Te has preguntado alguna vez por qué en todo el mundo, en cada cultura y en cada sociedad, hay unos pocos días al año des­tinados a la celebración?

Esos días de celebración son tan sólo una compensación, pues dichas sociedades han eliminado toda celebración de tu vida; pero si no te ofrecen nada en compensación, tu vida puede convertirse en un peligro para la cultura.


Toda cultura tiene que darte alguna compensación para que no te sien­tas abocado al sufrimiento y la tristeza; pero tales compensacio­nes son falsas.

Los petardos y las luces no consiguen hacer que disfrutes. Sólo son para los niños; para ti son nada más que una molestia, mientras que en tu mundo interior puede haber un festival ininterrumpido de luces, canciones y placeres.

No olvides nunca que la sociedad te compensa cuando le pa­rece que lo reprimido puede estallar en una situación peligrosa si no es compensado. La sociedad encuentra un modo u otro de per­mitirte que dejes salir lo reprimido, pero eso no es verdadera ce­lebración, por lo que no puede ser auténtica.

La verdadera celebración emana de tu vida, está en tu vida y no puede ajustarse a ningún calendario; como que tengas que ce­lebrar el primero de noviembre.

Es curioso: eres desdichado todo el año y, de pronto, dejas de sufrir y te po­nes a bailar.

O el sufrimiento era falso o lo es el primero de Noviembre ; ambos no pueden ser auténticos. Y una vez que ha pa­sado el primero de Noviembre, vuelves a tu agujero negro: cada cual con su sufrimiento; cada cual con su ansiedad.

La vida ha de ser una celebración continua; un festival de lu­ces durante todo el año.

OSHO

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