sábado, 24 de diciembre de 2016

ABRE LA PUERTA

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Todo en la vida es una decisión, la vida misma es una decisión de varias decisiones: la decisión de tus padres (cualesquiera que haya sido la razón o circunstancia) para pro crearte, la decisión de un esperma que no se rindió y le ganó a todos, la decisión del universo para que en los saltos cuánticos tuvieras el turno de existencia, y sobre todo, la decisión de un Dios, con el nombre que quieras nombrarlo, a que aquí y ahora estés leyendo esto...
El mundo es una trampa de puertas, una casa enorme donde habitamos tú y yo, donde cada uno elige el rincón desde donde inicia sus aventuras o aquellos que jamás se atreven a salir de ese rincón amando más lo que son que todo aquello que pueden ser, acostumbrados a la vida "como sea", sin ambición, sin sueños, mordiéndose las uñas y con miedo hasta de ellos mismos...
Pero hay otros que van de puerta en puerta, abriendo caminos distintos, siguiendo senderos que nadie pisa, que nadie ve o que nadie imagina... Son seres extraños, llenos de una luz mágica en los ojos, personas de pies descalzos, cabellos desordenados y sonrisa gratis; son personas que miran luces en el cielo, fuego en las almas, gente que te abraza y te espanta los miedos. Son personas que con dos palabras resumen tu vida, y con su silencio te regalan paz...
Estos seres han viajado de puerta en puerta: han errado caminos, han conocido melodías que nadie ha escrito y disfrutan de danzas sin ritmo, escritura en la arena y cuentan las estrellas...
Elige tu puerta: levántate de ese lugar que huele a todo menos a vida; elige esa puerta que te saque de dónde estás desde hace años, con días grises, realidad inerte, voces aprendidas, verdades rancias y lágrimas secas. ¡Levántate! Toma la decisión que hasta hoy tienes amordazada con amenazas de error, con chantajes de opiniones infundadas. Elige tu puerta, la que te libera de una jaula donde ni siquiera hay puerta: sal de esa persona que no te valora, sal de ese trabajo que te da de comer pero roba la vida, se alimenta de tus sueños; sal de ese pretexto usado que ya sólo tú sigues creyendo para dejar de lado tus metas, arriesgarte a vivir una vida de decisiones propias, una vida que lleve tu nombre, llena de ti, donde dejes de ser "bueno" para los demás y comiences a ser real para ti mismo...
Elige tu puerta, rompe esa ventana que no te deja ver más mundo, más de ti mismo... Sal de ese encierro voluntario en donde te funciona ser víctima, dar lástima, comprar cariño y mendigarlo, donde tus aspiraciones de libertad llegan sólo a ser lo que el mundo dicta y no lo que universo desea desde tus entrañas...
Ya no hay tiempo... ¡Basta! Elige tu puerta, sé esa llave que no encuentras y que un día dejaste de buscar...
Elige tu puerta y cuando salgas de ahí, mira hacia atrás y sonríe cuando mires que si bien había puertas, muchas puertas y no sabías por cuál decidir; sólo eran puertas, jamás hubo muros...
¡Elige tu puerta!

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