-Nos vamos con la batalla a otro sitio, nos llevamos este animal herido a otro lugar, la vida da muchas vueltas, pero está en particular me dejó rota.
Con nuestros muertos a otra parte, qué no murmuran en las madrugadas como ahora, se queden silentes como tú, tú y tú,si tú. Que no se escuche la mudez de su simientes.
Mis tristezas son como torcacitas, qué se posan mansas entre mi pecho, aletean mis dolores sin querer, no dicen una sola palabra de las traiciones y puñaladas que sufrieron, tienen un corazón de oro y por alas una luna, pernoctan en tu boca y en tus manos que ame a placer.
Estás pesadas horas de la madrugada, escribo las noticias de tus sueños, las crónicas de tu abandono, las reseñas de tu soledad, los informes de tu traición, todos juntos a empujar mis lágrimas al valle de los desconsolados, cómo un niño que se ha perdido en el camino.
Voy arrastrando mi maleta gris con lo que queda de mí, marcando en el camino con migajas de recuerdos, que sí, me voy, pero volveré, no huyó de la injusticia de la justicia, ni de ti, ni de nadie, me voy porque el juntado mis pedazos, y me voy, para curarme en mi, y poder amarme de nueva cuenta, me voy para volver a mí.
Vámonos Marisol, a pensar otra vez a seguir escribiendo, vámonos c***** a otra parte, llevemos este corazón a latir en otro pecho, nos hace mucho mal, estar entre los podridos, no tienen más que dolor para dar, estan secos de amor, no saben vivir, menos querer.
Vámonos, vámonos, no hay que pensarlo ya, habremos de volver una vez más, nuestras letras, nuestros versos, a contar la historia de una mujer que no pudo, no supo amar.
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