

El "Bushido" o "Camino del Guerrero" era la ley que regía la vida de un caballero peleador japonés.
“El
camino del valiente no sigue los pasos de la estupidez. Un perro sin
dueño vagabundea libre. El Halcón de un Daimyo (señor) vuela más alto”.
Mirumoto Jinto
La
palabra Samurái se utiliza para distinguir a un pequeño grupo de
guerreros de élite del antiguo Japón; estos legendarios guerreros han
conseguido mantener viva las enseñanzas y sabiduría que han transmitido
de generación en generación. El verdadero significado del Samurái es “el
que sirve”, y debían cumplir con un estricto código ético y de conducta
llamado “Bushido”, también conocido como “El Camino del Guerrero”; era
la ley que regia la vida de un Samurai.
Existe una leyenda en
Japón en la que un grupo de 47 guerreros se vieron obligados a
convertirse en Ronin —aquellos Samurais que se quedaban sin dueño—, ya
que su amo se quitó la vida en un acto de “seppuku” —suicidio—, pues
había agredido a un alto funcionario del gobierno y fue obligado a
hacerlo. Al quedarse sin amo, los antiguos guerreros carecían de alguna
meta en la vida, por lo que decidieron vengar la muerte de su daimyo,
con el asesinato del alto mando que los había dejado sin amo. Cuando
esto sucedió, los 47 ronin se entregaron voluntariamente a la justicia y
fueron sentenciados a quitarse la vida.
Esta historia representa
lo que es un Samurái: guerreros que fueron guiados por los valores que
componen el Bishudo; justicia, valor, lealtad y honor. Una historia que
nos enseña la importancia de mantenerse firme a tus convicciones y a
luchar por lo que crees. Así que busca el Samurái que llevas dentro y
aplica las virtudes del Bushido para seguir el Camino del Guerrero:
1. Gi (Justicia)
Sé
honrado en tus tratos con todo el mundo. Cree en la justicia, pero no
en la que emana de los demás, sino en la tuya. Para un auténtico samurái
no existen las tonalidades de gris en lo que se refiere a honradez y
justicia, sólo existe lo correcto y lo incorrecto
2. Yuuki (Valor heroico)
Álzate
sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga
en su caparazón no es vivir. El coraje heroico no es ciego. Es
inteligente y fuerte. Reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.
3. Jin (Compasión)
El
samurái debe tener compasión. El samurai debe ayudar a sus hermanos en
cualquier oportunidad. Si ésta no surge, se sale de su camino para
encontrarla.
4. Rei (Cortesía)
Ser un guerrero no
justifica la crueldad. Los samuráis no tienen motivos para ser crueles,
no necesitan demostrar su fuerza a nadie salvo a sí mismos. Un samurái
siempre debe ser cortés, especialmente hacia sus enemigos. Sin esta
muestra directa de respeto hacia sus oponentes, el samurái no es mejor
que los animales. Un samurái es temido por su fiereza en la batalla,
pero es respetado por su manera de tratar a los demás
5. Meiyo (Honor)
El
auténtico samurái sólo tiene un juez de su honor: él mismo. Las
decisiones que toma y cómo las lleva a cabo son un reflejo de quién es
en realidad. Nadie puede ocultarse de sí mismo, y los samuráis no son
una excepción.
6. Makoto (Sinceridad absoluta)
Cuando un
samurái dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. Nada en este
mundo lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que hará. No ha
de dar su palabra. No ha de prometer. El simple hecho de hablar ha
puesto en movimiento el acto de hacer. “Hablar” y “hacer” son la misma
acción para un samurái.
7. Chuugi (Deber y lealtad)
Para
el samurái haber hecho o dicho “algo” significa que ese “algo” le
pertenece. Es responsable de ello y de todas las consecuencias que le
sigan. Para aquello de lo que es responsable permanece fieramente fiel.
Las palabras de un samurái son como sus huellas: puedes seguirlas donde
quiera que él vaya, es por esto que debe tener cuidado con el camino que
elija.
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