domingo, 24 de junio de 2018

HISTORIA DE UN MASAJE 5 QUE CHICA TAN ATREVIDA


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Esto que les contare me sucedió hace un par de meses atrás, un vierne por la tarde, estaba sola,de las veces que no tienes nada que hacer, deseas aprovechar el tiempo al máximo, pero como me encanta la computadora, fui presa fácil de su atracción. 

El poder de un masaje

Me metí en Facebook, como no encontraba a ninguna de mis amigas, estaba a punto de salir, cuando alguien me envía un “Hola”, le respondo y rápidamente fluye una amena y ágil conversación, algo que es difícil de encontrar con desconocidos.



Su nombre era Sofia una chica de 18 años según me comentó, con muy buena calidad de redacción, a lo que inmediatamente me enganche con dinámicos y sugestivos diálogos.

Hubo un rápido intercambio de fotos, hablando de temas diversos, digamos que los primeros 15’, fue algo general, hasta que entramos en el campo de lo sexual, si tenía buen sexo, etc.



No me enganche en el primer momento, pero cuando me contó de su vida sexual, había tenido mas experiencias en dos anos que yo en toda mi vida. Muy perspicazmente, me fue llevando al campo sexual, que si bien fui algo reacia en un principio, rápidamente fui cayendo en su terreno, me era extra;o hablar de eso con una mujer.

Las fotos que me envía eran mucho más excitantes, sumada a su conversación, comencé a mojarme, mientras me sugería que me tocase, y que me quitase la ropa, le comenté que lo estaba haciendo aunque no era así, cuando me envía una foto ella desnuda, tocandos, eso me desbordo, comenzando a quitarme la ropa.

Que ante su insistencia le envié una foto pero solo de mis pechos, a partir de ese momento entre en una vorágine, de excitación, hasta llegar a masturbarme en conjunto con ella. Me sentía algo ridícula frente a la computadora totalmente desnuda, pero me enloquecía esta chica. Si bien no soy lesbiana ni bisexual, no dudo de que estar junto mio, tendría relaciones. Me había revolucionado hasta lo más profundo de mí ser, con fotos y fantasía, alterando mis hormonas

Al rato corte porque había pasado la hora volando y estaba por llegar mi familia.



Días después nos contactamos, admito que la deseaba, pero vivia retirado, asi que lo di por perdido.

Una tarde, que estaba sola, traté de comunicarme con ella sin éxito, me puse de bastante mal humor, sumado a la calentura que tenia.

Hasta que pasé por un lugar que decía Masajes Especiales   a mi nunca se me hubiera ocurrido, eso de especiales, jajaja entre  de curiosa,y., me llamó la atención lo de Personalizado, sumado a una fachada del edificio muy interesante..

 Comenté a la chica que atendía que deseaba hacerme unos masajes

La recepcionista muy amable, me fue diciendo los 3 o 4 tipos de masajes que ofrecía el instituto, agregando que ella recomendaba, el personalizado.

Le pregunte de que se trataba, finjiendo inocencia, me dijo que podía elegir en el catalogo la persona que desease, que el masaje era completo, y una hora de duración, pudiéndose extender con un adicional del 50%.

“¿Prefieres que sea una mujer?” - me pregunto.

Si por supuesto- respondí, pensando que sería lo más conveniente.

“Puede cambiar, durante la sesión, por otra persona, si gusta”

“Ok, perfecto “conteste.

bastante solemnidad,en la recepcion, en contraste con ese recinto blanco y pulcro, pero lo que me extraño fue la camilla, parecía la de un ginecólogo, con un par de apoyos para los pies, aparentemente muy cómoda. pense en como se las gastaban para impresionar, o no se tal vez ya estaba esa camilla ahi, cuando estos llegaron, en fin.



Me senté en la camilla, en la espera de la masajista, no tardó en llegar, una morena muy atractiva y joven, . Que se presento diciendo que se llamaba Sandra, la persona encargada de atenderme, aproximadamente de 23 o 24 años. Me agrado su agradable presencia y su modo algo peculiar de hablar. Me dijo que fuese al cambiador y regresase, entregándome una bata blanca. Hice lo que me indicaba, algo nerviosa, en realidad era la primera vez que concurría a una casa de masajes  en calidad de clienta, y ni siquiera para trabajar pues solo lo hice una vez en un lugar horrible, ya les contare, que experiencia, bueno yo supuestamente buscaba algo mas..bueno si he tomado, pero relajantes, normales, jajaja pero esta casa me llamo la atencion.

Fui quitándome la ropa, con la incertidumbre de si debía quedar desnuda, pero ante la duda me dejé mis panty. Al volver al salón, me ayudo a quitarme la bata, no dijo nada por mis panty, a la vez que me invitaba a acostarme en la camilla.



Colocó una sabanilla sobre mis glúteos, y una lámpara que fue calentando mi piel, vertiendo a continuación aceite sobre mi espalda, iniciando con los masajes en mis hombros, brazos, manos y espalda, para saltar a mis pies pantorrillas, y muslos. Que lentamente fui cayendo en una somnolencia, disfrutando de esas deliciosas frotaciones.

Deben haber transcurrido 10 o 15 minutos, no sé, cuando ella retira la sabanita, para abordar a mis glúteos, que si bien me tensione en un principio, sus manos comenzaron nuevamente a relajarme.



Cuando después de un rato, sorpresivamente, quitó mi tanga, me sentí algo avergonzada mientras las iba retirando, cerrando mis piernas, como tratando de proteger mi intimidad. Fue vertiendo aceite sobre mi raya, para ir esparciéndolo, reanudando sus masajes, enfatizándose en mis glúteos, oprimiendo su dedo contra mi línea divisoria, hasta detenerse muy cerca de mi orificio. Lo fue repitiendo varias veces, como para prepararme para algo más, llegando a sentir la necesidad de que su dedo tocase mi orificio, pensamiento que me conducía a una leve excitación.



“se siente bien  Señora”



“me parecía fuera de lugar lo de “Señora”.



Continúo con sus masajes cada más alusivo hacia mis partes más privadas, que a pesar de ser algo reticente, no dejaba de subyugarme me tocase un poco mis zonas “prohibidas”, así continuo creciendo mi ansiedad. Cuando me dijo de ponerme boca arriba, una vez que lo hice, tomó mis piernas apoyándolas sobre los soportes de la camilla, quedando bastante elevadas, y por supuesto bien separadas, exhibiendo muy intencionadamente mis aberturas.



No estaba acostumbrada a reposar desnuda ante otra persona, y menos en esta posición, pero traté de superarlo no podía salir disparada  como una mentecata, pero debo reconocer que me comenzaba a atraer esa situación. tambien esperaba el momento de que me dijera, quiere algo mas??  yo esperaba la palabra maldita los extras le salen en xxxx, y yo accedi, no regatie porque a mi me emputa que me regateen y entonces me puse en su lugar.

Me esparció mas aceite, sobre mi busto, abdomen, completando las piernas y fundamentalmente alrededor de mi sexo, esparciéndolo, recorriendo son sus dedos el borde de mis labios vaginales, incrementando a partir de ese momento los masajes. este es el mejor masaje que he tomado le dije.

La cantidad de aceite, fue cediendo que mis cavidades permitían fácilmente el acceso de los dedos de Sandra, estimulando mis hormonas, estremeciendo mi respiración mientras mis gemidos comenzaron a ser algo evidentes, abocándose a esa zona, con rápidas penetraciones, hasta friccionar mi clítoris.



.Posteriormente amasó mis pechos, apretando y estirando mis pezones, con excelente maestría, hasta llevarlos a un estado de máxima rigidez, mientras me era imposible contener mis gemidos y los estremecimientos que mi cuerpo producía. ella continúo los masajes en mi vagina, desplazando sus dedos mientras oprimía los labios inferiores, incrustando sus dedos, amasando mi muy sensible clítoris, elevando segundo a segundo mi arrebato. Sus dedos comenzaron a introducirlos en mi esfínter, que gracias a la lubricación se desplazaron rápidamente hacia el interior, cuando simultáneamente mi clítoris no dejaba de ser acosado.



Llevándome al punto maximo de excitación, contrayendo mis piernas ante ese palpitante acometimiento, mientras sus dedos continuaban abriéndose paso a través de mi conducto, con entradas y salidas rápidas y escuetas, para que mi cuerpo se estimulara por los efectos de esa incursión, acelerando mi ritmo cardiaco.



Ante ese intenso y continuo acometimiento, mi cuerpo se estremecía arqueándose y contrayendo simultáneamente, tomé el brazo de ella con la necesidad de que me cobijase o algo así, viendo que ciertos botones de su indumentaria estaban desprendidos dejando a relucir gran parte de sus senos, tentándome de palparlos a través de su ropa. Aparentemente mi miraba denotaba cierto deseo, por que se abrió mas su chaqueta, quedando sus hermosos pechos mas de manifiesto, agachándose con la intención de que los besase, cuando mi cuerpo estallo, en un fuerte orgasmo, apresando los bordes de la camilla con desesperación.



Sandra estaba ejerciendo un poder sobre mi cuerpo, llevándome a unos estados de total éxtasis, alterando mis sentidos y hasta sentir el deseo, de inducirme a tener contacto con ella, mientras mi mente giraba sobre eso, mi organismo empezó a estremecer durante un largo periodo, hasta que un letargo me invadió, quedando mi cuerpo desnudo, desfallecido sobre la camilla, delicadamente me cubrió con una sabana, mientras recuperaba mi vitalidad. Permanecí varios minutos descansando cuando me percaté que ya estaba por concluir el tiempo de la sesión.



No sabía bien que hacer, pero al acercarse ella con sus pechos casi aire, para acercarme un vaso con agua, a la vez que me preguntaba:



“Desea quedarse, o prefiere ducharse?”



“No se aun” contesté mientras me sentaba sobre la camilla para beber del vaso.



Acercando su rostro al mío, para decirme que tenía aun tiempo para resolver, involuntariamente me tenté y la bese, que si bien no fui rechazada, me dio cierto pudor mi atrevimiento.



“Perdón, no fue mi intensión, no sé que me paso.”



“Está bien, fue muy agradable, aun estas a tiempo”



El hecho que al comenzar a tutearme, no hizo tan solemne esa relación, entre usuario y prestador de servicio, lo que me llevo a decidir quedarme, notando una sonrisa en su rostro



“No hay inconvenientes?”, pensando que nos desviábamos del servicio que se ofrecía.



“Para nada, con tal que abones, a nadie le interesa lo que hagamos o no”, me decía mientras comenzaba a quitarse la chaqueta, deslumbrándome con sus hermosas tetas.



Se acerco, para iniciar un sin número de besos, hasta que su lengua se profundizaba en mi boca, contactándose con la mía. Sabía que no sería igual, sino que se tornaría distinto, me atraía, había algo que me cautivaba, su juventud, su forma de tratarme, sus pechos, no sé, pero me encantaba, era la primera vez que sentía algo por una mujer.



Me hizo acostar en la camilla volviendo a colocar mis pies en los apoyos, para besar ávidamente mi piel, acompañada de su lengua, succionando mis pezones, mordiscándolos sin piedad, pasando de una a otra teta, para posteriormente ir bajado por mi abdomen, pelvis, hasta llegar a mi sexo, bordeando con su lengua mis carnosos labios, manteniendo esa tesitura durante varios minutos, sin llegar a rozar mi interior o mi clítoris, actitud que me excitaba esperando actuara en esa zona..



Era tal mi estado, que no paraba de besarla, deseaba probar su cuerpo, termine bajándome de la camilla, para deslizar su [pantalon blanco, para encontrarme con su atractivo sexo, lo comence a tocar, con mis manos, nunca creí, como me conmocionaba esa nueva experiencia.

Después de un rato de estimularla me hizo acostar en la camilla, colocándome una almohadilla en la cintura y colocando mis pies en los apoyos, abriendo bien mis piernas, y rozandome vagamente con sus labios.



El estar sobre mi cuerpo, dominaba mejor la situación, aunque me enloquecían sus lamidas/

Se bajo de mi cuerpo, mientras succionaba mis pezones, comencé a arquear mi cuerpo ante tanto acometimiento, que solo me llevaba a un estado de total arrobamiento. ella no disminuyo en su ofensiva, sino que fue aumentando su accionar, cuando sus dedos, volvieron nuevamente a introducirse en mi vagina, más su boca que desgarraban mis tetillas. Mis gemidos se convirtieron, en fuertes exclamaciones, que no dudaba se oyesen en los recintos contiguos, pero era imposible contenerme, hasta que las convulsiones invadieron mi cuerpo.

Cuando me aplaqué y mi respiración no era tan agitada, nos besamos nuevamente/

Después de levantarse, se colocó un arnés, con un instrumento bastante persuasivo, pero no tuve interes en ello, asi que se lo quito.comenzo a hacerme sexo oral,
Ese nuevo bombeo y solo sentir su lengua me llevo una nueva venida,  para besarme, estaba muy extenuada, por los orgasmos acumulados, Sandra  se acercó acostándome a mi lado, quedando bien abrazadas, siguiéndonos besando como dos colegialas, degustando sus labios que mantenían aun el sabor de mis flujos.

Me sentía totalmente a gusto con esta chica, que hacia menos de dos horas no sabía ni que existía.
Me vestí, y cuando estaba por irme, le di una propina que me responde
Gracias, estare cuando quieras

“Yo también, lo pasé muy rico, a pesar que fue mi primera vez”

“Lo supuse, era bastante evidente tu debut, por los reparos que ponías en un principio, yo yo pensando que me veia muy segura de mi, y ella me dijo no entraste seria y titubeante”

Nos despedimos con un apasionado beso, regresando a mi hogar como en una nube.

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