
El arte del acecho.
El acecho supone un control sistemático de la conducta a fin de ser totalmente conscientes de lo que hacemos y de lo que nos pasa. La palabra acecho apunta a un comportamiento con o que nos rodea que podría considerarse como furtivo, ya que supone estar siempre alerta, para así poder extraer lo mejor de cualquier situación. Por eso el aprendiz comienza por acecharse a sí mismo y poder ser consciente de sus propias debilidades, que son las que le quitan energía estructurando su tonal.
Según don Juan, el mundo del hombre común es un desatino o locura absoluta, un constante ir y venir de un lado para otro; el hombre vive luchando por causas absurdas, hasta que la muerte lo toca. El aprendiz no puede hacer nada para evitar esa situación, sólo ser consciente de su propia locura y actuar como si fuese un actor representando un papel. De esa manera transforma el desatino absoluto en desatino controlado, que es el arte de ser quien es, sin ser quien es.
Otro factor importante para el acechador es la práctica constante del "no-hacer" (similar a la noción taoísta del wu-wei ). Cuando actuamos mecánicamente, hacemos ; hacer es cualquier cosa que forme parte de todo aquello que podemos dar cuenta con nuestra razón. Siempre hacemos algo porque creemos en lo que hacemos y porque esperamos alguna recompensa. No-hacer es actuar por actuar, es actuar sin esperar nada a cambio, es introducir un elemento disonante en la trama de la conducta cotidiana, en la continuidad impuesta por la razón. Al romper nuestras rutinas con los no-haceres enfocamos nuestra atención en el presente ya que no estamos tan condicionados por lo que hemos hecho ni por lo que tenemos que hacer.
Con la práctica generalizada del acecho los aprendices adquieren la fuerza interna necesaria para el sobrecogedor encuentro con lo desconocido, con el nagual. Adquieren serenidad, desapego y ecuanimidad.
Fuente:
Castaneda y la rueda del tiempo.
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“Cada hombre tiene en él tres excrementos que elabora en él mismo y que deben ser rechazados. El primero es el resultado de la alimentación ordinaria y se elimina naturalmente, y esto debe hacerse cada día, de lo contrario, pueden aparecer todo tipo de enfermedades. (El médico lo sabe bien.) Por la misma razón que usted va al baño para esta actividad, debe ir al baño para el segundo excremento, que es rechazado por la función sexual. Es necesario para la salud y el equilibrio del cuerpo y, ciertamente, es necesario en algunos a hacerlo cada día, en otros, cada semana, en otros, cada mes o cada seis meses. Es subjetivo. Para ello debe elegir un cuarto de baño apropiado. Uno que sea bueno para usted.
Un tercer excremento se forma en la cabeza, por los deseos, las impresiones y asociaciones sexuales, cuyos desechos se acumulan en el cerebro. (Los médicos lo ignoran todo al respecto, como ignoran el importante papel del apéndice en la digestión, y lo rechaza como un órgano inútil.) Su eliminación se realiza con el uso correcto de la respiración”
G.I.Gurdjieff
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Respetar y agradecer la enseñanza en el gran maestro "EL SILENCIO".
atte. Indra Marisol
Terapeuta Corporal Holistica.
citas
5511749988
WATTS
5511749988
pueden mandarme sus dudas al:
correo masajesmarisol@hotmail.com
reflexion-
-El verdadero guerrero tiene en claro que la batalla es lo último a lo que llegar; antes de eso estará siempre abierto al diálogo y al acuerdo. Superada esta instancia, será un buen perdedor si eso le toca en suerte, y, sobre todo, sabrá tratar con nobleza y dignidad a su rival una vez que lo haya vencido…
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