Lo mejor es borrar toda historia personal, porque eso nos libera de la carga de los pensamientos ajenos.
…Tú tomas todo demasiado en serio. Te das demasiada importancia. ¡Eso hay que cambiarlo! Eres tan importante que puedes marcharte así no más si las cosas no salen a tu modo. Sin duda piensas que con eso demuestras tener carácter. ¡Eso es absurdo! ¡Eres débil y arrogante!
La arrogancia es otra cosa que hay que dejar, lo mismo que la historia personal.
¿Cómo puede uno darse tanta importancia sabiendo que la muerte nos está acechando?
…Cuando estés impaciente lo que debes hacer es voltear a la izquierda y pedir consejo a tu muerte. Una inmensa cantidad de mezquindades se pierde con sólo que tu muerte te haga un gesto, o alcances a echarle un vistazo, o nada más con que tengas la sensación de que tu compañera está allí vigilándote. La muerte es… la consejera sabia que tenemos. Cada vez que sientas, como siempre lo haces, que todo te está saliendo mal y que estás a punto de ser aniquilado, vuélvete hacia tu muerte y pregúntale ¿si es cierto? Tu muerte te dirá que te equivocas; que nada importa en realidad más que su toque. Tienes que pedir consejo a la muerte y dejar la maldita mezquindad de los hombres que viven sus vidas como si la muerte nunca los fuera a tocar.
…Cuando un hombre decide hacer algo, debe ir hasta el fin. Pero debe aceptar responsabilidad por lo que hace. Haga lo que haga, primero debe saber por qué lo hace, y luego seguir adelante con sus acciones sin tener dudas ni remordimientos acerca de ellas.
Mírame a mí. Yo no tengo duda ni remordimiento. Todo lo que hago es mi decisión y mi responsabilidad. La muerte me acecha, por eso, no tengo lugar para dudas ni remordimientos. Si tengo que morir como resultado de sacarte a caminar, entonces debo morir.
Hacernos responsables de nuestras decisiones significa estar dispuestos a morir por ellas.
Al principio no podemos dejar de pensar y actuar en torno al yo y sus necesidades: lo que necesito, lo que quiero, lo que me pertenece y lo que permanecerá de mi.
Pero con las prácticas y los no hacerse, descubrimos el aquietar de la mente, que estaba saturada en la búsqueda de respuestas a las demandas de estás programaciones.
La mente se vacía y el peso de la información con la que activamos nuestra atención, se reduce considerablemente.
Por eso es que decimos que la mente del guerrero acumula energía.
Al lograr que la energía de toda esa información se concentra y no la volvemos a diluir utilizándola en actividades inconscientes, decimos que hemos acumulado el suficiente "intentó" para percibir la existencia tal como es y no como la ordenamos en nuestro deseo de que sea.
Podemos empezar a ver la vida tal como se presenta y al no interpretarla, la vemos como energía sin manipulación de nuestro ego que la interpreta.
Liberarnos de nuestros deseos y de la interpretación de nuestra existencia, y vivirla tal como es y se presenta, aceptándola y adaptándonos a ella sin querer controlarla, es el más grande acto de libertad al que podemos aspirar. Es el triunfo de la conciencia sobre la mente dormida, saturada y gobernada por una compleja red de programaciones: la importancia personal.
Es el salto que nos libera del tonal y nos conecta en la conciencia de nahual y el vuelo del águila espiritual.
Intentó inflexible.
EL BRUJO Y EL APRENDIZ...
“LA SUERTE”A.- Maestro, he estado reflexionando: toda mi vida me han salido mal las cosas, siempre he tenido la firme convicción de que tengo una "suerte" terrible y que ante ello, nada puedo hacer. Quisiera saber... ¿Qué es la suerte? ¿cómo se obtiene?
B.- Es atraer o alejar, en el momento y en el modo preciso todo cuanto se quiera; se logra por medio del dominio en el arte de los movimientos del punto de encaje.
A.- ¿Cómo se puede relacionar una facultad que permite percibir el mundo de diferentes maneras y en distintos estados de conciencia como lo es el punto de encaje, con atraer o alejar lo que uno quiera en el plano físico?.
B.- Veámoslo así: cada humano tiene un sin fin de "cables" de distintos "colores" dentro de sí, y a su vez, el "mundo" tiene en dimensiones mayores, los mismos cables provenientes de esa fuente de conocimiento universal; la mayoría de los humanos pasa toda su vida sólo con unos cuantos cables conectados a esa fuente universal, por cierto sólo los cables en color "gris"; y rara vez se da cuenta de su potencial inmenso si tan sólo pudiera conectar más cables, por lo que su vida es una rutina y un actuar como se le ha enseñado siempre.
A.- ¿Y cómo se logran conectar más cables?
B.- Cuando logras la "claridad", mueves tu punto de encaje, y cuando mueves tu punto de encaje, y aprendes a dominarlo, los cables se empiezan a conectar de manera natural, como si antes ya hubiesen estado conectados. No ocupas hacer nada una vez que tienes claridad, sólo esperar.
A.- ¿Y qué es la claridad?
B.- Es cuando se logra ver el mundo tal y como en realidad es, sin interpretaciones, sin pensamiento, sólo viendo directamente; y una vez que se logra eso, todo está a tu alcance, todo lo que tenías dormido, despierta!, y es entonces cuando entra el concepto de "suerte" o "ley de atracción", donde todo te empieza a salir "bien".Pero en realidad sólo se está "viendo".
A.- Entonces, cuando una persona logra "ver", ¿qué tiene que hacer para lograr atraer o alejar lo que quiere? Para lograr la "suerte"..
B.- Nada. Cuando se logra "ver", digamos que todas las piezas del rompecabezas que estaban revueltas de pronto se acomodan, de pronto "encajan", y no hay necesidad de "atraer la buena suerte", simplemente "atraes" sin pedirlo; ya estás en el mundo de la suerte!
A.- Se podría decir pues, que a las personas que les ha ido bien y que han atraído lo que han querido, ¿han logrado esa claridad y ese movimiento del punto de encaje?
B.- Son los que más cerca han estado, pero su claridad no fue total, ni lograron conectar todos sus "cables" . Los que en realidad lo consiguieron, automáticamente borraron de su "comando" toda necesidad y todo deseo de atraer algo. Lograron el fin último de un ser humano: la libertad total.
Que paradoja, ¿no es así?
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