lunes, 13 de marzo de 2017

CARTA SIN DESTINO

Fuimos eso que no se cuenta ni se admite, pero que jamás se olvida.


Fuimos una de esas historias que incluso con el paso del tiempo, aun duelen; de esos amores que se quedan grabados en el alma y en la piel, eres ese recuerdo que renace al escuchar una vieja canción,  o el aroma de tu perfume en algún extraño que ha pasado junto a  mí en la estación.

He intentado por todos los medios borrarte de mí, y sin embargo ya me he resignado a que guardaré por siempre un breve espacio en mi mente para ti.
No, ya no intentaré olvidarte, ni mucho menos intentaré negar que causaste un fuerte impacto en mí.

Creo que dejaré que el tiempo haga lo suyo, que poco a poco y naturalmente, todos los besos que nos dimos, las promesas que rompimos, vayan doliendo cada vez menos, que el recuerdo de las caricias y los encuentros de nuestros cuerpos, dejen de ser un martirio, un insufrible suplicio.

Tengo la certeza de que tú también la has pasado mal, que sobre todo en las noches, no puedes evitar recordar, sé que incluso en otros brazos, cualquier detalle te recordará lo cálido de mis besos, la pasión de mis caricias, nuestros cuerpos fundidos en una sola risa.

Sé que nunca más volveremos a experimentar sensación igual; por supuesto no me niego a volverme a enamorar, puede que sea de un amor mejor, puede que me enamore mucho más, puede que en tu caso te pase igual; pero te aseguro aunque mil personas nuevas  se crucen en nuestro mundo, nunca, nunca se podrá comparar la mágica sensación  que sentimos al  compartir el alma, la vida, los sueños, nuestras manera tan peculiar de entregarnos al amar.

Quizá nunca más nos volvamos a encontrar, pero no me queda duda de que siempre fuimos, que siempre seremos…

Eso que no se cuenta ni se admite, pero que jamás se olvida.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario