Seamos los pasionales, pasionales por siempre. Las etiquetas que comúnmente les son colgadas a las personas pasionales leen palabras: “irracionales,” “dramáticos” o “arrebatados.” También se les critica como “intensos.”
¿pero será que estas personas provocan miedo, o es solo otra creencia más, sugerida por el sistema social que tiende a limitar el YOH de todos los gobernados por el corazón?
¿No serán estas personas llenas de pasión, quienes agitan las aguas dormidas de algunos? Sea lo que sea, yo siento preferible el ser pasional—pasional en todo lo que busco, expreso, hago y vivo. Llego al entendimiento de que siendo pasional, mi creatividad se manifiesta en arte—el arte de la belleza y el arte de vivir.
Solo así actualizo la importancia de enamorarme una y otra vez de mi vida. La pasión es un estado sentimental y emotivo en el que emerge el entusiasmo que trasciende a la búsqueda y a la acción, hacia la manifestación armoniosa de los deseos que nacen del corazón.
La pasión, la tienes o no la tienes. Nunca será una técnica y tampoco se aprende ni se enseña. Es una emoción en crudo y de instinto animal que existe en uno para jamás ser controlada. Con pasión se permanece en un estado amplificado de consciencia para transformar todo.
La pasión en la persona no solo le da la amplitud para manifestarse en toda su existencia, sino que la induce a vivir más intensamente, a explorar lo desconocido desde el espíritu, a ver la vida como la más alta manifestación de todo lo que existe y a vivenciar todo aquello que excita al alma.
YOH opto por honrar mi pasión y encontrar éxtasis en todo lo que hago, incluso en lo que me ocurre. Mi deseo es ser mi propia inspiración, y espero que con mi aportación haga sentir a muchos. Ser pasional no debe causar escozor. Abandonemos esta creencia por si obsoleta. Lo peor que nos puede causar es tener que estarnos re-creando, y claro, alguna que otra crítica.
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