jueves, 4 de agosto de 2016

SOMOS SERES DE RELACIONES.. BY INDRA MARISOL







"Somos seres de relaciones, somos seres libres, somos amor. Creo que controlar los impulsos naturales del ser humano a través de mandatos impuestos como lo es la fidelidad obligatoria es nocivo y nos lleva a no confiar en nuestros compañeros de vida (tanto para la mujer como para el hombre) y caer en la tan mencionada traición como si fuera culpa de alguien externo a nosotros mismos. 

Tenemos la mala costumbre de creernos infalibles a la hora de seguir las reglas que nos imponen desde tiempos remotos respecto a las maneras en que nos relacionamos con nuestros semejantes y nos obligamos a estar con una persona, la rotulamos como novio, pareja, etc y creemos que hacerles mal sería estar con otra persona no dándonos cuenta que hacerle mal en realidad es mentirnos a nosotros mismos respecto de esa relación. He sido "traicionada" y he padecido los celos más peligrosos, porque me lastimaban por dentro más a mi que al otro y me he dado cuenta que en una pareja las responsabilidades son de los dos. Creemos que el "dar todo" y sin embargo "ser traicionados" es lo que nos justifica de la culpa y de las responsabilidades frente a las relaciones y nos libra de nuestras propias inseguridades que llevan a que este tipo de situaciones ocurran. 

No sirve ponernos en la frente el rótulo de pareja cuando dentro nuestro las cosas no funcionan del todo bien y lo sabemos, lo sabemos pero no lo admitimos. 

Tenemos impulsos, instintos, deseos y eso es lo que nos acerca a los animales, similitudes con nuestros amigos de cuatro patas que como nos creemos más inteligentes, los reprimimos y nos obligamos a no sentirlos para demostrar que somos más inteligentes que ellos respecto del amor y sin embargo, esa inteligencia nos lleva a ser unos frustrados y a que la otra persona nos pertenezca así como nos pertenece una casa o un auto. Creemos que la otra persona es nuestra y si está con alguien más es traición, traición a nuestra necesidad de controlar al otro, a nuestro sentido de pertenecer a alguien, a nuestra moral, a nuestro imaginario de lo que debería ser una pareja ideal en el cuento que nos contaron "del vivieron felices para siempre". Creo que si las personas pudieran desapegarse más de esa necesidad de creer que estar en pareja es dar por sentado que el otro debe castrarse para estar con uno porque el contrato del amor nos dice que somos de esa persona y de nadie más, sin mirar, sin estar, sin sentir nada más por nadie que lo que esa persona siente por uno, porque cualquier otro sentimiento va en contra de... de qué? de mi casita de princesas,podríamos liberarnos por completo y ya no sufriríamos el desamor porque directamente no lo tendríamos. 

Muchos no entenderán este pensamiento, pero es muy simple, y nos lleva toda la vida entenderlo. Nadie nos pertenece, ni siquiera nuestro propio cuerpo, somos energía en evolución. Si aprendiéramos a comunicarnos realmente con nuestros semejantes, si aprendiéramos del desapego, del amor por el amor mismo, del disfrute sin ponernos en la frente el " no se debe" las relaciones fluirían de tal forma que ni siquiera estaría en cuestionamiento el que esté o no con otra persona, es más si en las relaciones de compañerismo (como debería ser, un compañero o compañera) diéramos la libertad que todo ser humano posee por naturaleza, ni siquiera habría traición, porque no existiría la misma. Estar con alguien es una elección que se hace con el corazón y si esa persona es libre de estar con quién sea y no lo hace, es cuando realmente elige con consciencia y con el corazón y no por mero mandato social. 


Un contrato de matrimonio, de noviazgo o lo que sea, no existe más que en nuestra cabeza y eso nos lleva a tener malas relaciones, agobio, tristeza y nos lleva a obligar al otro a que nos quiera aún a costa de nuestra propia felicidad porque lo que hacemos con ello, es cortar las alas al otro para que haga lo que debe y no lo que siente. Conozco muchas parejas que frente a la sociedad son perfectas, pero ninguno de los dos son felices porque desean lo que no tienen o lo que el otro tiene, porque pierden la libertad de elegir. Confundimos la falta de libertad para elegir con el amor mismo y por eso sufrimos cuando nos damos cuenta que el otro nos traicionó, cuando realmente el otro no hizo nada más y nada menos que mostrarnos cuánto nos traicionamos a nosotros mismos al obligarnos a estar con alguien por el hecho de estar, en vez de estar porque elegimos amar sin importar nada más. Por eso ya no dura el amor, porque no nos amamos como ama el amor, el amor no conoce ese sentido de pertenencia que existe más que en nuestras cabezas. Un rótulo de amor, no es el amor mismo. Un contrato de matrimonio no es el amor mismo, sólo el amor, es amor y si dos personas se aman, se eligen y si se eligen en dónde queda la traición? no existe. Cuando existe la necesidad de buscar otros rumbos, hay algo que no funciona bien en ambas partes, nunca la responsabilidad es de uno solo. Amor con libertad, elección con libertad, no significa libertinaje, al contrario, significa una relación sana en dónde cada uno elige con el corazón con quién estar o no.

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