Lo que vemos en los demás nos dice mucho de nosotros mismos. El exterior actúa como un espejo para nuestra mente, en él vemos reflejadas diferentes cualidades o aspectos de nuestro propio ser. Cuando observamos algo que no nos gusta de alguien y sentimos desagrado y rechazo, sin duda esto indica que de alguna manera ese aspecto que nos desagrada existe en nuestro interior.
La proyección psicológica es un mecanismo de defensa mental mediante el cual una persona atribuye a otros, sentimientos, pensamientos o impulsos propios que niega o le resultan inaceptables para sí. Este mecanismo se pone en marcha en situaciones de conflicto emocional o cuando nos sentimos amenazados interna o externamente.
A menudo pensamos que “conocemos” a otras personas cuando en verdad lo que estamos haciendo es proyectar sobre ellas nuestra propia realidad.
Lo importante es DARSE CUENTA de que aquello que proyectamos en los demás es, verdaderamente algo que habla (más de lo que queremos admitir) sobre nosotros mismos.Observar dice más sobre el observador que sobre lo que se observa. Darnos cuenta de esto, ponerle consciencia a este mecanismo mental nos permite recuperar el control sobre lo que está sucediendo para poder hacernos cargo y trabajar aquellos aspectos de nosotros de los que no deseamos hacernos responsables, aspectos que no admitimos como propiosy que están jugando en nuestra contra.
Gran parte del trabajo que se realizamos en nuestros talleres consiste en librarse de estas proyecciones estableciendo una FRONTERA DEFINIDA entre la descripción que hacemos de lo que sucede y lo que sucede realmente.
Y es que casi constantemente INTERPRETAMOS todo lo que está teniendo lugar y lo tomamos por cierto, creyéndolo y creando NUESTRA PROPIA película de las cosas y viviendo de acuerdo a ella, DISTORSIONANDO de esta manera los hechos e involucrando a otras personas en nuestro ensueño, creando un conflicto que en realidad sólo existe en nuestro interior.
La meditación y las herramientas que ofrecemos ayudan a ver con claridad y, de hecho, uno de sus objetivos es aprender a ver las cosas como realmente son.
LLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLL
Mucha gente me pregunta: “¿Qué libros lees para saber tanto?” Y mi respuesta les deja más asombrados que mi propio trabajo: “NINGUNO”, “No leo ningún libro”. Y me preguntan: “¿Pero entonces como puedes saber tanto? Tienes que leer y basarte en algo”
De hecho, es más fácil salir a la calle a investigar el lenguaje corporal que tirarse 2 horas leyendo, encerrado en una habitación.
Me gusta leer, por supuesto, pero no de lo que yo investigo porque de lo que yo investigo apenas hay referencias.
La psicología del lenguaje corporal es complicada para la mayoría de personas porque éstas están centradas totalmente en si mismas. Yo cuando salgo a la calle analizo absolutamente todo, las situaciones, las personas y me intereso un montón por su vida. Este constante análisis del día a día hace que mis conocimientos sobre la psicología humana sean mucho más altos que la mayoría de la gente.
Y no porque yo sea más inteligente, ni mucho menos, sino porque me preocupo por los demás. Tengo amigos que cuando los encuentro les pregunto de todo y se tiran horas y horas explicándome acerca de su vida, pero ellos no preguntan ni un: “¿Qué tal?” ni un “¿Qué haces?”.
Así es la gente, egoísta por naturaleza, centrados en lo suyo y así es imposible avanzar.
Luego de repente, un día se dan cuenta de que no saben nada, de que, aunque solo se vean a si mismos su vida falla porque no saben comunicarse bien con los demás, no saben salir adelante. Por supuesto que no saben, pues llevan toda su vida mirándose en un espejo y jamás han visto lo que hay detrás de el.
Así es como surge la pregunta acerca de como funciona la psicología del lenguaje corporal. ¿Cómo funciona? ¿Cómo sabemos que funciona?
