domingo, 18 de mayo de 2014

AMOR


AMOR

AMOR


…A mi entender, todo aquello que se te ha dado es precioso. Puede que conozcas su valor, puede que no conozcas su valor, pero es precioso. Si no fuera así, la existencia no te lo habría dado, de modo que has de descubrir los medios para transformarlo. Has de conferirle a tu amor la calidad de la oración; has de conferirle a tu sexo la calidad del amor. Poco a poco, el sexo ha de ser transformado en una actividad sagrada, ha de ser elevado. En vez de que el sexo te rebaje al nivel animal, tú puedes elevar el sexo.

La misma energía puede tirar de ti hacia arriba y esa misma energía puede darte alas. Tiene un tremendo poder. En verdad, es lo más poderoso del mundo porque toda la vida nace de él. Es lo que da vida a un niño, es lo que alumbra una nueva vida, es lo que hace aparecer una nueva vida. ¡Imagina su potencial! También a ti puede traerte una nueva vida. Al igual que puede alumbrar una criatura, puede proporcionarte un nuevo nacimiento.

Y eso es lo que Jesús quiere decir cuando le dice a Nicodemo: 'A menos que nazcas de nuevo, no podrás entrar en el reino de Dios.' A menos que nazcas de nuevo, a menos que seas capaz de proporcionarte un nuevo nacimiento... Es una nueva visión, una nueva cualidad de tus energías, una nueva sincronización de tu instrumento. Tu instrumento contiene una gran música, pero has de aprender a tocarlo.

El sexo ha de convertirse en un arte tremendamente meditativo. Ésa ha sido la contribución del tantra al mundo. La contribución del tantra es la mayor porque te proporciona las claves para transformar lo inferior en superior. Te proporciona las claves para convertir el lodo en lotos. Es una de las mayores ciencias nunca habidas, pero debido a los moralistas, a los puritanos y a la mal llamada gente religiosa, el tantra no ha podido ayudar a la gente. Sus escritos fueron quemados, miles de maestros tántricos fueron muertos, quemados en vida. Su tradición fue casi destruida y su gente obligada a ocultarse.

El otro día recibí una carta de mis sanyasins de América diciendo que la gente de Gurdjieff es tan perseguida por el Gobierno que han decidido actuar a escondidas. Me decían: 'Tememos que antes o después esto suceda con nosotros. ¿Hemos de prepararnos para que si sucede podamos empezar a trabajar a escondidas?' Es posible, porque siempre ha sido así. El trabajo de Gurdjieff también consistía en transformar la energía sexual en una integración interior. La iglesia organizada siempre está en contra de esfuerzos de este tipo.

Mi trabajo es obstaculizado de mil maneras, mi gente es atosigada de mil maneras. Hace sólo unos días, el Parlamento indio estuvo discutiendo durante una hora qué hacer conmigo, ¡cómo si este país no tuviera más problemas que discutir! ¡Cuánto miedo hay! Y no estoy haciendo mal a nadie; ni siquiera salgo al exterior. Y, al menos, todo el mundo tiene ésta libertad al nacer. Si alguien quiere venir a mí y desea ser transformado, eso no le incumbe a nadie. Yo no busco a la gente. Si la gente viene a mí y desea ser transformada... ¿qué clase de democracia es ésta?.

Pero los estúpidos políticos y los sacerdotes siempre han estado conspirando. No desean que la gente sea transformada porque la gente transformada deja de estar bajo su dominio. La gente transformada se vuelve independiente, libre. Se vuelve tan consciente y tan inteligente que es capaz de ver a través de todas las argucias de los políticos y de los sacerdotes. Entonces no siguen a nadie, entonces empiezan a llevar un tipo de vida totalmente nuevo que no es la vida de la multitud, sino la vida del individuo. Se convierten en leones; dejan de ser ovejas. Y a los políticos y sacerdotes les interesa que todos los seres humanos sigan siendo ovejas. Solamente entonces pueden ellos ser sus pastores, sus líderes, sus grandes líderes. Los mediocres y estúpidos desean ser grandes líderes, pero eso es posible sólo si toda la humanidad es mantenida en un nivel de inteligencia ínfimo, sólo si es reprimida.



LA SEXUALIDAD SEGUN LAS TECNICAS DEL TAOISMO

Sepa qué es lo que hace de esta doctrina de placer oriental la técnica por la cual se inclinan cada vez más los occidentales en busca del regocijo sexual con su pareja.


Cada vez más personas se inclinan desde Occidente a los misterios ancestrales del arte milenario del taoísmo, una teoría basada en el aprendizaje de técnicas que permiten al hombre alargar el mayor tiempo posible el coito.

La filosofía del taoísmo surgió en China 14.000 años atrás, arraigándose en las costumbres culturales, artísticas, sexuales, y de pensamiento de la gente.

Probablemente sea más conocido hablar del “Kamasutra” o las leyendas de los encantos de la sexualidad de los emperadores orientales de esos tiempos, que practicaban en su mayoría de edad las enseñanzas y hazañas de este rito.

Los taoístas buscan alcanzar la energía del cuerpo, y llegar a la longevidad y a la inmortalidad por medio de esta teoría.

Es una reivindicación del erotismo por medio de la ceremonia. Para el Tao, las distintas posturas sexuales permiten curar todo tipo de dolencias como la debilidad de huesos y articulaciones, las alteraciones de la presión sanguínea, problemas circulatorios e incluso la falta de regularidad en la menstruación femenina.

El taoísta cree que el estado natural del hombre es ser eyaculador precoz. Y es por eso, que para lograr el placer mutuo de la pareja, debe demorar su propio regocijo para permitir el disfrute conjunto con su pareja, porque es una satisfacción que depende de dos.

A pesar que estas técnicas tengan un origen religioso, muestran un total conocimiento del funcionamiento del cuerpo y las emociones humanas de cada sexo.

Tanto la China, como la India, dada su libertad sexual fueron los más profundos observadores de la sexualidad humana y los más creativos en su práctica.

¿Qué tiene la doctrina que atrapa tanto a la gente?

El secreto está en tomar el sexo como una ceremonia. Hay que preparar todos los pasos detalladamente, tomarse un tiempo antes para prepararse internamente para el instante de la relación sexual como parte de un gran momento en la vida de cada uno. El Tao, es la fuerza primera que produce todos los fenómenos del universo, aquí el sexo.

Se cree que el placer puede ser cultivado y lograr aumentar cualitativa y cuantitativamente, valiéndose del erotismo. Este no se basa sólo en caricias mutuas sino en manifestar cada uno de los sentidos: tocar, oír, oler y saborear a la pareja.

Si uno se imagina la época de la antigua china, puede ver los enormes templos adornados con almohadones, colores, alfombras, que particularizaban cálidamente el lugar donde se iba a consumar el encuentro amatorio.

Son conocidos desde ese entonces los masajes corporales con escencias aromáticas para comenzar a conseguir el clima.

Sin embargo, la doctrina apunta a que la pareja construya “su propio templo” antes de hacer el amor. Aquél en el cuál pueda manifestar sus sentidos libremente, con ropa atractiva, libertad de movimientos y con aromas y sabores que le ayuden a despertar y profundizar el apetito sexual.



Otro elemento importante para el sexo “oriental” es respirar suavemente, hacerlo por la nariz, relajándose, olvidándose de todo lo que acontece alrededor y de lo que ha pasado en el día, dejando como único importante el placer de disfrutar el momento.

Como tercer paso, es necesario liberar el propio cuerpo, queriéndolo y animándose a mostrar las mejores cualidades del mismo, sin trabas ni complejos, halagando al compañero.

Para el taoísmo es importante mantener relaciones sexuales continuamente, para enriquecerse mutuamente en todos los aspectos.

Una vez que finalizó el acto sexual, se recomienda a la pareja no alejarse del compañero, ya que es un instante de extremada sensibilidad que conviene compartirse juntos, cuerpo a cuerpo, intercambiando las experiencias positivas de haber disfrutado el momento.

Para el momento mismo de hacer el amor, el taoísmo propone técnicas para un mejor y rápido alcance del orgasmo en la mujer y para que el hombre pueda conseguir retardar la eyaculación esperando satisfacer el placer de la pareja.

Para ello, le enseña al hombre a usar los músculos de la zona pélvica para mejorar su erección y a apretar con los dedos centrales de la mano el punto situado entre el escroto y el ano.

La mujer aquí no es protagonista del acto y les enseñan a disfrutar del acto sexual, fortaleciendo el músculo pubococcígeo. Una de las modalidades consiste en utilizar un cascabel de plata con un cordel, introducirlo en la vagina y la mujer tiene que aprender a moverlo, a subiéndolo y a bajándolo.

De esta forma, aprende a tensar y distender sus músculos pélvicos y conocerse en profundidad, para estar mejor orientada para un posterior amoldamiento del miembro masculino en su cuerpo.

Para los orientales, el sexo implica una escencia de energía vital, que el hombre eyacula fuera del cuerpo y la mujer también, pero esta permanece en su interior. Y como el hombre eyacula siempre hacia fuera, se va despojando de su vitalidad, lo que hace que se suela quedar dormido.

El taoísmo enseña a prolongar el coito y la eyaculación en el hombre para obtener por medio de la práctica un mayor placer mutuo.

Es ya de esta época la costumbre de esparcir flores perfumadas por la cama para entrar en un mejor clima erótico.

Así como también, la de incluir alimentos en afrodisíacos, como frutas chiquitas, miel, chocolate y otros, infaltables para “saborear” el cuerpo de la pareja.

¡Cómo serán de sabios los orientales, que han logrado una vigencia permanente de sus técnicas y una vuelta a su adhesión de cada vez más personas, alimentando el erotismo!.